CULTIVANDO LÍDERES ¿CRECIMIENTO 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗼 O BÚSQUEDA 𝗘𝘅𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮?
Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas, sus pro y sus contras. Elegir y decidir el recurso más adecuado requiere considerar factores tales como: la cultura organizacional y las necesidades específicas del cargo.
𝗥𝗲𝗰𝗹𝘂𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗼: 𝗣𝗼𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗧𝗮𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗔𝗱𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼
✔️ Quienes forman parte de la Institución 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻 𝗮𝗹 𝗱𝗲𝘁𝗮𝗹𝗹𝗲 (o deberían) su cultura, procesos, equipos, sus puntos fuertes y los débiles. Los que caminan la escuela hace tiempo tienen la posibilidad de adaptarse rápidamente a las nuevas responsabilidades que su rol presenta.
✔️ Saber que existen oportunidades de ascenso no solo 𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗮𝗹 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹, sino que los incentiva a superarse y comprometerse.
❌ El seleccionar a un candidato de manera interna limita las opciones. Esto puede reducir la diversidad de perspectivas y habilidades disponibles para el puesto.
❌ La desmotivación también existe cuando promueve a un empleado que ya es parte del staff. ¿Cómo es eso? ¡Claro! Hay altas probabilidades que otros empleados, que también aspiraban al puesto, se sientan desilusionados o desmotivados.
𝗥𝗲𝗰𝗹𝘂𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗘𝘅𝘁𝗲𝗿𝗻𝗼: ¿𝗗𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮𝘀 𝗣𝗲𝗿𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀?
✔️ Incorporar talento externo nos aporta 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗽𝗲𝗰𝘁𝗶𝘃𝗮𝘀 𝗱𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀, impulsando la innovación dentro de la organización. ¿Pero entonces el reclutamiento interno no da variedad en las perspectivas? Por supuesto que si… solo que de una manera diferente y en ocasiones conocer “tanto” a la Institución no es lo más beneficioso para determinadas posiciones.
✔️ Cuando buscamos candidatos externos el espectro se amplía, brindando más opciones de selección.
❌ Abrir procesos de selección externa puede implicar mayores costos y el riesgo de tomar decisiones equivocadas en la contratación.
❌ La adaptación en los nuevos integrantes pueden llevar más tiempo del requerido por la necesidad de familiarizarse con la cultura organizacional.
Ambos enfoques tienen sus 𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗷𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗲𝘀𝘃𝗲𝗻𝘁𝗮𝗷𝗮𝘀
¿Cuál es la clave para una estrategia efectiva? La clave es saber y conocer las necesidades de la Institución. Y aquí se abre una puerta “misteriosa” ¿Conocemos realmente las necesidades?
