
¿EL REGRESO A LOS EXÁMENES TRADICIONALES? LOS DESAFÍOS A LOS QUE SE ENFRENTA LA EDUCACIÓN ANTE EL USO EXCESIVO DE LA IA
Un nuevo debate aparece en las aulas unos años después del desembarco de la inteligencia artificial. Principalmente en el nivel universitario, los docentes se enfrentan a la disyuntiva de volver al modelo de exámenes tradicionales escritos a mano ante el uso desmedido de la IA, ya que los trabajos prácticos a distancia se han visto inundados por el uso desmedido de la tecnología.
Voy a comenzar esta columna con una anécdota personal. Soy docente en una universidad privada de Buenos Aires, donde dicto para los alumnos de tercer año la materia “Marketing aplicado a periodismo”. Durante el cuatrimestre pasado, una gran parte de los estudiantes que debían rendir finales a distancia optó por copiar el trabajo de Chat GPT. Y con copiar, me refiero a pegar exactamente la respuesta otorgada por la IA, incluso con terminología nunca vista en clase.
No es que copiarse en un examen sea algo nuevo, ni algo que se pueda atribuir únicamente al avance tecnológico, pero en estos casos lo llamativo comienza a ser que la pereza de los alumnos fue tan evidente que no se molestaron ni siquiera una palabra del texto provisto por la IA, lo que hizo al plagio aún más evidente.
Aunque esta anécdota sea personal, el dilema del crecimiento desmedido en el uso de la inteligencia artificial en el sector educativo es transversal a todos los niveles y afecta tanto a la educación privada como estatal. Ante este contexto, cada vez más docentes e instituciones se plantean volver a los métodos de examen tradicional, escritos a mano.
La garantía del examen escrito a mano: ¿lo viejo funciona?
Los métodos tradicionales de evaluación en el aula parecen ser en la actualidad los únicos que garantizan a los docentes transparencia respecto al nivel de conocimiento de los alumnos.
Si bien es cierto que en los últimos años, con la fusión de la pandemia y el avance tecnológico, se volvió más común que en los programas educativos se optara por trabajos prácticos y evaluaciones a distancia, hoy, ante el uso desregulado de la IA, el mundo educativo evalúa regresar a los métodos tradicionales.
“Muchos docentes estamos volviendo a formas tradicionales de evaluación, no porque no sepamos diversificar, sino porque sabemos que muchos estudiantes no pueden hacer el trabajo si no es con la IA”, explicó Anabella Díaz, profesora de Lengua y Literatura, especialista en alfabetización y formadora de docentes, en diálogo con Infobae.
Frente a este panorama, los docentes sostienen que el problema no es que el trabajo se realice con ayuda de la IA, sino que esta herramienta se utilice para resolver por completo la consigna, en lugar de servir como un apoyo.
Alternativas
Algunas alternativas para regular el uso de la inteligencia artificial generativa en el aula no se centran en prohibir su uso, sino en asegurar que los alumnos la utilicen como una herramienta de soporte para comprender mejor o desde una nueva perspectiva los temas vistos en clase.
Se analiza como opción continuar con los trabajos prácticos a distancia y habilitar el uso de la IA para desarrollarlos, pero la defensa del examen pasaría a ser mediante evaluación oral. El objetivo es evaluar de forma transparente el nivel de conocimiento de los estudiantes y evitar que el status de comprensión continúe disminuyendo, como por ejemplo lo señalan las últimas pruebas Aprender.