
REPENSAR LAS PRÁCTICAS DOCENTES
El debate sobre el uso de celulares en las escuelas está más vigente que nunca. Es importante mirar más allá y reflexionar sobre lo que esto realmente implica para nuestra labor educativa.
Silvina Marsimian mencionó que “si las clases fueran más interesantes, los chicos no estarían con los celulares en la mano.”
Cuanta verdad en este pensar.
La prohibición de los celulares no debería ser vista como una solución definitiva. No es por ahí el debate. La regulación en el uso de los celulares es una gran oportunidad para que los docentes repensemos las prácticas.
Es cierto que los celulares distraen… ¿no será que tal vez es una manera solapada de mantener a los estudiantes entretenidos y no dar cuenta que a veces estamos en automático?
Hoy tenemos el desafío de captar la atención de nuestros alumnos de manera más efectiva y entonces asi consensuar reglamentos que realmente funcionen.
¿Por qué nos sorprende la decisión de “regular” el uso de los celulares? Necesitábamos la resolución para embanderarnos en esto?
¿O acaso en muchas escuelas esto estaba más de debatido? y era parte de reglamentos de convivencia…
Me hace ruido tanto ruido.
Los paradigmas educativos y los procesos cognitivos han cambiado, pero muchas veces seguimos aferrados a modalidades de enseñanza de épocas pasadas. Es crucial reflexionar sobre nuestra capacidad para transmitir conocimientos con pasión y adaptarnos a los nuevos tiempos.
La formación docente es clave. Necesitamos prepararnos mejor para enfrentar estos desafíos con capacidad, adaptación y creatividad.
Debemos reconsiderar cómo estamos preparando a los futuros maestros para enfrentar estos desafíos.
Hoy es el celular pero mañana será otra cosa… ¿O no escuchamos que la AI nos envuelve?
¿Qué vamos a “regular” entonces? La verdadera pregunta es cómo vamos a prepararnos para estos nuevos escenarios y qué habilidades debemos desarrollar para estar a la altura.
No caigamos en la trampa de pensar que con resoluciones y regulaciones en el uso de celulares todo está resuelto. El distractor va a ser otro si no abordamos el problema de fondo: la necesidad de una educación que inspire, motive y esté a la altura de los tiempos que corren. La regulación es solo el inicio de un debate mucho más amplio y necesario.
Los docentes debemos repensar nuestras prácticas. Hoy fue el celular, pero antes fueron las calculadoras, los walkman, los grabadores de periodista (que aunque parezca gracioso y obsoleto en ese entonces era debatible y nos cuestionábamos su uso.)
Siempre ha habido distracciones, y nuestra tarea es encontrar formas de mantener el interés y el compromiso de los estudiantes más allá de estos elementos.
Es un desafío constante que requiere creatividad, adaptación y, sobre todo, pasión por la enseñanza.
Solo para que pensemos: las apuestas online no van a detenerse … sólo ocurrirán un poco más tarde y en otros entornos. Pero ese es otro debate.
Daniela Borlenghi